Con profundo pesar y tristeza en nuestros corazones, nos despedimos del gran sensei Yasunari Kitaura, quien ha dejado un impacto profundo y duradero en el mundo del arte marcial. Fue un maestro excepcional y un líder inspirador, que dedicó su vida al perfeccionamiento de su arte y a la formación de sus alumnos.El sensei Kitaura fue un verdadero modelo a seguir, su amor por el arte marcial y su compromiso con la excelencia siempre fueron evidentes. Su enfoque riguroso y disciplinado al entrenamiento, así como su habilidad para motivar y guiar a sus estudiantes, dejaron una huella imborrable en todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo.
Además de ser un maestro experto, el sensei Kitaura también fue un hombre de gran integridad y humildad, cuyas enseñanzas se extendieron más allá del tatami. Sus palabras y acciones siempre reflejaron su profundo respeto por la vida y su compromiso con la justicia y la bondad.El legado del sensei Kitaura nunca será olvidado, y su presencia seguirá siendo sentida en la comunidad marcial. Su pérdida es una gran tristeza para todos los que lo conocieron, pero su espíritu y su ejemplo siempre serán una fuente de inspiración para aquellos que siguen sus pasos.
Que su alma descanse en paz y que sus enseñanzas continúen inspirando a generaciones futuras de practicantes de artes marciales. Gracias, sensei Yasunari Kitaura, por todo lo que has dado al mundo marcial y por dejar una huella tan significativa en nuestras vidas.
Se licenció por la Universidad de Waseda (Tokio) y se doctoró por la Universidad Complutense de Madrid con una tesis titulada El sistema imaginativo de El Greco en el campo de la historia del arte. Ha publicado diversos libros y artículos acerca de la historia del arte europeo, japonés y chino. Su análisis morfológico de las obras de arte del renacimiento europeo le llevaron a descubrir numerosas relaciones entre las obras de diferentes artistas y su vínculo con la antigua Grecia. Este estudio analítico le permitió encontrar ciertas leyes que rigen la composición de una obra renacentista y por tanto dilucidar el sistema imaginativo de los artistas de la época.
Se formó en Aikido de la mano del fundador del Aikido Morihei Ueshiba y su hijo Kisshomaru Ueshiba. En 1967 fue a Madrid con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores de España para poder profundizar sus estudios en la historia del arte europeo. Fue en ese mismo año cuando introdujo el Aikido en España y se ha dedicado a su difusión a lo largo de décadas con el especial apoyo de Kisshomaru Ueshiba y Moriteru Ueshiba (actual Doshu) que visitaron España en numerosas ocasiones. Cabe mencionar en especial como muestra de la difusión del Aikido en España la investidura de Doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia de Kisshomaru Ueshiba en 1992. En sus más de 40 años en Europa Yasunari Kitaura ha formado a numerosos expertos en esta disciplina especialmente en España su lugar de residencia. Ha contribuido también a la difusión del Aikido en toda Europa incluyendo Rusia y algunas repúblicas ex-soviéticas.Su estilo de Aikido se caracteriza por su sobriedad y elegancia de movimientos. En su concepción del Aikido emplea movimientos contundentes y enérgicos para establecer unificaciones dinámicas y armónicas con el ki (flujo de energía) que parte del uke (atacante). La base teórica de esta concepción fue resumida en un discurso con el título “Kimusubi” (unificación/armonización de flujos de energía) pronunciado en una conferencia por la paz (Gernika, 1994) en la que se buscaban soluciones armónicas a conflictos agresivos y recogido en el libro la “Plenitud del vacío”. En 2008 recibió una condecoración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón por su dedicación.