Una de las grandes personas que inundan de Ki todo el DOJO, comenzó su viaje bajo mi dirección y siguiendo mis pasos hace mas de 5 años. Le pedí para entonces que me hiciera un pequeño articulo sobre esos 5 añitos y me diera su impresión. Tengo muchísima suerte de poder tener alumnos que me han seguido en el transcurso de este camino, incluso cambiando de gimnasio y teniendo que renunciar a distancia y amistad. Una de esas personas es Olga Petrenko, una de las mejores personas que os podéis encontrar dentro y fuera del tatami. Aunque es cabezota, contestona y tiene un carácter muy fuerte, da todo su ser por el Aikido. Desde aquí agradecer a Olga Petrenko por todo el esfuerzo que ha hecho durante todos estos 5 años por continuar los pasos de su Sensei. Aquí veis su pequeño articulo….
Olga Petrenko
Mi camino en aprender Aikido empezó hace 5 años. Un día después del colegio fui a dar un paseo y encontré un dojo al que entré por curiosidad ya que desde siempre me atraían las artes marciales en general pero nunca llegué a practicarlas hasta aquel dia. Pues al entrar, vi una parte de una clase de aikido, y el Sensei me dio la información sobre el gimnasio y sobre el aikido. Me llamó mucho la atención la hakama ya que nunca había visto una. Al recibir la información decidí venir a la clase siguiente y probar lo que es el Aikido.
Mi primera clase empezó con un corto calentamiento y las caídas. Seguimos con las técnicas y la primera técnica que vi y practiqué fue un Iriminage. Estaba muy tímida y algo nerviosa durante toda la clase ya que era una experiencia totalmente nueva para mi, pero a pesar de la timidez decidí apuntarme.
Durante todas las clases posteriores, igual que en la primera, Sensei y todos los compañeros eran muy cuidadosos conmigo y muy atentos a cualquier duda que tenía, tal vez es una de las causas por las que me gustó y me sigue gustando
el Aikido.
Un tiempo después ocurrió un gran cambio, Sensei y todo el grupo pasamos a un dojo nuevo. Se nos ofreció practicar aikido a diario y el estar en el tatami se convirtió en algo muy importante, algo muy necesario.
A lo mejor gracias a este cambio el aikido empezó a ser una prioridad para mi que iba muy por delante de otros ocios que tenía. Al cumplir 4 años en aikido el Sensei me otorgó el poder llevar la hakama, esa «faldita» por la que me entró curiosidad por aikido.
Desde fuera parece que no, pero el cambio es grandioso cuando ya eres un hakama. Se te exige mucho más y tu mismo te exiges mucho mas. En mi caso, al llevar la hakama, durante un primer periodo sentía y veía el aikido diferente, de una nueva forma. Después vino un periodo complicado, como en todo supongo, cuando llegas a donde nunca llegaste, tienes que volver atrás para poder avanzar.
Y al día de hoy llevo 5 años practicando aikido y se convirtió en parte de mi. Es todo un camino, toda una experiencia que espero no acabar nunca.
(mil gracias )
Enhorabuena Olga! los que hemos podido compartir tatami contigo sabemos que eres una gran compañera y que tienes la virtud de ser sincera, pura y muy entregada en cada movimiento que realizas, aun no habiendo practicado Aikido lo pude sentir en el Taewkondo. Sin duda detras de un gran artista hay un gran maestro.
Es estupendo estar en clase contigo! Me alegro mucho de haberte conocido. Se nota mucho tu grado de experiencia, la perseverancia con la que trabajas resulta contagiosa y como persona eres un diez. Sigue así! Nos vemos en el tatami!